La felicidad está en la experiencia

La felicidad que provoca comprar un auto nuevo, cambiar los muebles de la casa o estrenar ropa es pasajera, así lo han demostrado diversos estudios, como el publicado en 20-year study del Dr. Thomas Gilovich, profesor de psicología en la Universidad de Cornell, quien asegura que esa felicidad desaparece en el momento en que dichas posesiones se convierten en parte de nuestra vida cotidiana.

Las nuevas generaciones, como los tan nombrados y estudiados millennials, gastan cada vez menos en objetos y más en experiencias, como conciertos, exposiciones de arte, paseos al aire libre, viajes o cursos y talleres, pero ¿por qué es mejor invertir en vivencias que en cosas materiales?

Los psicólogos explican que las experiencias quedan en nuestra memoria y son parte de nuestra identidad y de nuestra historia por contar. Otros de los beneficios que tiene esta tendencia son:

  • Definen tus metas y pasiones. Las actividades que realizas deben encaminarte hacia tu propósito de vida, por lo que experimentar nuevas actividades hará que definas mejor tus metas, conozcas más lo que te gusta hacer y encuentres tus pasiones.
  • Contribuye a tus relaciones sociales. Estas no se mantienen con cosas materiales, sino son memorias que las hacen duraderas. Vivir con amigos, familia o pareja una nueva experiencia fortalece su unión y sus recuerdos juntos.
  • Te abren un mundo nuevo. Al experimentar nuevas actividades, deportes, lugares o comidas, tu mente se abre, te vuelves más reflexivo y tolerante, incluso valoras más lo que vives, pues aunque las experiencias duren poco se atesoran aún más con el paso del tiempo.

Ahora bien, no es necesario salir de la ciudad ni gastar grandes sumas de dinero para vivir experiencias nuevas, divertidas y especiales, una clase de bachata, un curso de fotografía o ser DJ por un día, son solo algunas de las actividades que puedes incluir en tus nuevas vivencias.

Invita a tu pareja a tomar una clase de cocina juntos, participa con tus amigos en un juego de escape en vivo o pasa una tarde con tus hijos en un taller de arte, lo importante es acumular experiencias, nutrir tus memorias y enriquecer tu historia.